PIES DE LOTO

Pies Vendados



es la costumbre de aplicar una venda ajustada a los pies de jóvenes niñas para prevenir su crecimiento. La práctica posiblemente se originó entre las bailarinas de clase alta de la corte en la temprana Dinastía Song, pero se propagó convirtiéndose en una práctica común en la clase alta y la burguesía. Las clases bajas no lo practicaban puesto que impedía a las mujeres trabajar. El vendado de pies se volvió muy popular al considerarlo los hombres muy atractivo. Aún hoy en la ciudad china de Cantón, hay familias que se enorgullecen de tener ancestros con “pies de loto”. En la misma Cantón, a finales del siglo XIX, se volvió una práctica común vendar los pies de la mayor de las hijas de una familia de clase baja con el propósito de convertirla en una dama. La intención era que la hija lograra un matrimonio ventajoso económicamente y así hacer prosperar a la familia. A las hijas menores no se les vendaban los pies. Éstas al crecer se las destinaba a ser servidoras o esclavas domésticas. Cuando les llegaba la edad de casarse podían convertirse en las concubinas de hombres ricos o las esposas de obreros, campesinos o artesanos. Al no tener los pies vendados, éstas mujeres podían realizar trabajos pesados en el campo, ayudar a sus maridos en sus negocios o afrontar las tareas de ama de casa y crianza de los hijos. Se asumía que las hermanas mayores, convertidas en damas gracias al "pie de loto", nunca necesitarían trabajar. 

Proceso

El proceso empezaba antes de que el arco del pie de las niñas tuviese la oportunidad de desarrollarse plenamente. El vendado comenzaba a edad temprana, entre los 2 y los 5 años. Solía iniciarse por lo general en los meses de invierno ya que los pies estarían entumecidos por el frío y el dolor no sería tan extremo.
Primero cada pie sería hundido en una mezcla caliente de hierbas y sangre animal: esto se hacía con la intención de suavizar el pie y ayudar al vendado. Luego las uñas se cortaban al ras para prevenir que al crecer perforasen la planta del pie (ya que después del vendado la punta de los dedos quedaba apuntando a la planta) y provocaran infecciones. Las vendas de algodón de 3 metros de largo y 5 centímetros de ancho eran preparadas hundiéndolas en la misma mezcla de hierbas y sangre animal. Para permitir que el tamaño del pie se redujese, los dedos de cada pie eran doblados y presionados con fuerza contra la planta del pie hasta lograr romperlos.
Los dedos rotos eran mantenidos apretados contra la planta del pie mientras éste era estirado hacia abajo, formando línea recta con el resto de la pierna. El arco se rompía a la fuerza. Las vendas eran atadas repetidamente en forma de ocho, empezando en el interior del pie en la zona del empeine, pasando sobre los dedos, luego bajo el pie y alrededor del talón. Los dedos recién fracturados eran apretados firmemente contra la planta. Con cada vuelta de la venda, el vendaje se apretaba cada vez más estrechando el empeine y el talón entre sí. Esto provocaba que el pie roto se doblase en el arco y los dedos quedasen bajo esa doblez.
Los pies rotos de las niñas requerían gran cuidado y atención. Eran desvendados regularmente. Cada vez que el pie era desvendado debía lavarse meticulosamente, los dedos revisados en busca de heridas y las uñas cuidadosamente cortadas. Luego eran masajeados para suavizarlos y hacer que las articulaciones y los huesos se volvieran más flexibles. También era costumbre hundidos en una mezcla para que el tejido necrótico, si lo hubiera, se desprendiese.
nmediatamente después de este procedimiento, los dedos rotos de la niña eran plegados bajo el pie nuevamente y se repetía el vendaje. Este vendado y desvendado era repetido con la máxima frecuencia posible (para los ricos al menos una vez al día, para clases más modestas 2 o 3 veces a la semana). Eran generalmente las mujeres mayores de la familia o un profesional quien llevaba a cabo el inicial quebrado de huesos y subsiguiente vendado de los pies. Esto era considerado preferible a que lo hiciera la madre, ya que la misma podría sentir culpa por el sufrimiento de su hija y estaría menos dispuesta a ajustar bien los vendajes
El problema más común con los pies vendados era la infección. A pesar de la cantidad de cuidados tomados regularmente como el lavado y el corte de uñas, a menudo las mismas se encarnaban e infectaban. Por esta razón, a menudo las uñas de las niñas eran extraídas en su totalidad. Lo apretado del vendaje comprometía la circulación de los dedos, que estaba prácticamente cortada y por tanto, cualquier herida tenía muy pocas expectativas de curación. Esto causaba infecciones y necrosis.
Si la infección de los tejidos de los dedos llegaba a las falanges logrando ablandarlas, desembocaba en necrosis y desprendimiento. Sin embargo, la pérdida de dedos se consideraba beneficioso porque los vendajes podían aplicarse aún más ajustados y el pie quedaría aún más pequeño. A las niñas cuyos dedos eran más carnosos a veces les ponían pedazos de vidrio o de tejas dentro del vendaje y entre los dedos para producir un corte e infección deliberadamente. A la herida le seguía inevitablemente la infección, por lo que podía producirse la muerte por shock séptico. Las niñas supervivientes a estas infecciones tenían más riesgos de sufrir complicaciones médicas a medida que iban creciendo, puesto que dichas infecciones dañaban sus órganos internos.
Al principio del vendado muchos huesos del pie a quedaban rotos durante años. Con el tiempo, los huesos se acababan soldando, sobre todo cuando el tejido óseo se endurecía tras la etapa de crecimiento. Aún después de que los pies sanaran de infecciones eran propensos a quebrarse nuevamente, especialmente cuando la niña pasase por sus años adolescentes y sus huesos estuvieran todavía blandos. Las mujeres adultas tenían más probabilidad de quebrarse las caderas y otros huesos debido a caídas, pues su caminar era inestable y les costaba ponerse de pie desde una posición sentada

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Recepcion y atractivo

Los pies vendados fueron considerados intensamente eróticos en la cultura china y las mujeres con perfectos "pies de loto" tenía muchas probabilidades de conseguir un matrimonio más prestigioso que una con los pies naturales. Los manuales sexuales de la dinastía Qing listaban 48 formas diferentes de jugar con los pies vendados. Algunos maridos preferían no ver nunca desnudos los "pies de loto" de su esposa. En estos casos, siempre quedaban ocultos dentro de pequeños "zapatos de loto" ricamente bordados y vendajes. Feng Xun dejó escrito: "si quitas los zapatos y las vendas, el sentimiento estético será destruido por siempre". Esto es indicio de que los hombres comprendían que la belleza erótica de los pies vendados no se correspondía con su desagradable realidad física, la cual, por lo tanto, debía ser mantenida oculta para lograr mantener viva la fantasía.
Para los hombres el principal efecto erótico era el "andar de loto": los pequeños pasos, el oscilante y frágil caminar de una mujer cuyos pies habían sido vendados. Mujeres con tales pies deformes evitaban poner el peso del cuerpo en la punta del pie y tendían a caminar predominantemente en sus talones. Como resultado, las mujeres que habían pasado por el proceso del vendaje caminaban cuidadosamente y con paso vacilante.El hecho de que el pie vendado estuviese oculto a los ojos de los hombres era sexualmente estimulante. Además de esconder la dura realidad del pie deforme, se evitaba el más que probable mal olor que desprendían. Diversos microorganismos colonizaban los profundos pliegues provocados en el arco del pie y los dedos, aunque la mujer tuviera una buena higiene, el lavado y secado era complicado, por lo que la limpieza no era completa.
Otro atributo de las mujeres con los pies vendados era la limitación en su movilidad y, por lo tanto, su impedimento para tomar parte en la vida política y social. Los pies vendados volvían a las mujeres dependientes de sus familias, particularmente de sus esposos. Se convertían en un apreciado símbolo de castidad y propiedad del hombre ya que la mujer quedaba restringida a su hogar y no podía aventurarse lejos sin escolta o la ayuda de sirvientes.



cibergrafia: http://es.wikipedia.org/wiki/Vendado_de_pies

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